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dc.contributor.authorGalván Lafarga, Luz Elena
dc.date.accessioned2010-10-14T23:04:49Z
dc.date.available2010-10-14T23:04:49Z
dc.date.issued2010-10-14T23:04:49Z
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/20.500.12579/1925
dc.description.abstractEl tema del magisterio ha estado presente en mis investigaciones desde 1974 hasta hoy día. De aquí que, después de incursionar en diversos archivos como el de la SEP, AGN o bien en la Colección Porfirio Díaz e, incluso, en archivos municipales como el de Atlacomulco en el edo de México y los de San Juan del Río y Tequisquiapan en Querétaro, así como en archivos que guardan diversas fotografías: Federico Casasola, Fototeca INAH y personales, me proponga realizar una reflexión del presente hacia el pasado, con la intención de hacer alguna propuesta para el futuro. Deseo partir de una afirmación de Felipe Calderón quien, a finales del mes de agosto del 2009 decía que “Nunca antes en nuestra historia había habido un proceso de selección para las plazas magisteriales por medio de un examen”. Es aquí en donde deseo iniciar la reflexión que me ocupa en esta ponencia. En una información que obtuve del periódico Reforma del 1 de septiembre del 2009, se advertía que “El sistema educativo mexicano arroja malos resultados a pesar de que México invierte un alto porcentaje del producto interno bruto en el gasto educativo”. De acuerdo con la OCDE México gasta un 4.4% del PIB en educación básica, cifra que es superior a la de otros países miembros de dicho organismo. A manera de ejemplo se refieren a Irlanda, país que invierte 3.4 de su PIB y ha obtenido mejores resultados en las pruebas PISA (que evalúan matemáticas, ciencia y lectura), que los que ha obtenido nuestro país. Comentan que “una investigación comparativa” ha revelado que los países con mejores resultados cuentan con un modelo que permite a las escuelas “contratar, evaluar y reconocer a sus maestros”, en contraste con México en donde estas decisiones las toma el Gobierno. Continúan diciendo que “para obtener una plaza de maestro en México no es obligatorio pasar un concurso o presentar un examen de oposición”. Aun cuando en el 2008 la SEP y el SNTE firmaron un acuerdo de “voluntades” para concursar las plazas vacantes, éste no es “oficial ni está estandarizado en los Estados” y mucho menos en áreas rurales Durante el siglo XX y el XXI varios investigadores hemos alzado nuestras voces a favor de la educación para los más desfavorecidos ya que han sido y siguen siendo olvidados por el sistema educativo mexicano Ahora bien, estas afirmaciones del presente, son sobre las que yo quiero reflexionar hacia el pasado. Por ello, las preguntas que guían a esta ponencia son: ¿Qué sucedía con el magisterio en décadas pasadas cuando aún no existía el SNTE?, y ¿Cuál era su situación social, económica y académica a finales del porfiriato y principios del siglo XX?.en_US
dc.language.isoesen_US
dc.subjectColoquioen_US
dc.subjectEducaciónen_US
dc.subjectEconómicaen_US
dc.subjectAcademicaen_US
dc.titleSituación social, económica y académica del magisterio de ayer. Una reflexión del pasado hacia el futuroen_US
dc.typeArticleen_US


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