Fomento del aprendizaje significativo a través del e-learning y el b-learning: reflexiones en torno a las competencias docentes
Fecha
2010-10-11Autor
GONZÁLEZ LÓPEZ, Juan José
GUZMÁN VALENZUELA, Carolina
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
La creación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) a partir de la Declaración de Bolonia en el año 1999, ha supuesto una serie de desafíos a las instituciones educativas universitarias. El primero de ellos, guarda relación con la necesidad de fomentar una educación de calidad. En segundo lugar, se trata de crear un sistema universitario competitivo, homogéneo, flexible y compatible a nivel internacional de manera tal de permitir la movilidad de estudiantes y graduados europeos sin vulnerar la idiosincrasia y particularidad de los sistemas educativos, sus proyectos educativos y diseños curriculares. Para ello, se ha desarrollado el Sistema europeo de transferencia de créditos (ECTS o European Credit Transfer System) que básicamente consisten en una unidad de valoración del volumen total de trabajo del alumno para la adquisición del conocimiento de una materia en relación con el conjunto de trabajo que debe realizar para completar con éxito un año de estudio en una institución académica” (Font, 2003, p. 2). Ahora bien, a nuestro modo de ver, probablemente el mayor desafío que nos plantea el EEES, guarda relación con la emergencia de un nuevo paradigma de los procesos de enseñanza-aprendizaje, que pone en su centro al estudiante. Ello significa que si bien, la enseñanza como tal sigue siendo muy relevante, el foco de atención estará puesto en el alumnos/a, en la construcción de su aprendizaje. Teniendo en cuenta lo anterior, el rol del docente ha de cambiar, pues ya no se trata sólo de enseñar una serie de contenidos o competencias, sino de potenciar el aprendizaje significativo y autónomo del alumnado. Creemos que en la Universidad, en muchas ocasiones, se ha dejado de lado esta labor de acompañamiento y guía en los procesos de aprendizaje y, en muchas ocasiones se ha entendido la enseñanza más bien desde una visión unidireccional en donde el profesor es el centro del proceso y el alumno más bien es considerado como un receptáculo de conocimientos. En otras palabras, en la Universidad y siguiendo los planteamientos de Esteve (1989), se ha tendido a la instrucción de contenidos y al entrenamiento de habilidades, más que a una verdadera formación y educación integral.